En un mundo que cambia y se acelera constantemente, es crucial encontrar tiempo para el descanso y el cuidado personal. El estrés, a menudo parte integrante de nuestras vidas, no solo afecta significativamente a nuestra psique, sino que también se manifiesta en diversos síntomas físicos. Al terminar el año, muchos de nosotros nos enfrentamos a un periodo difícil, así que entremos en el nuevo año con energía y paz en el corazón.
¿Cómo afecta el estrés a nuestro organismo? El estrés estimula la producción de una hormona conocida como cortisol, comúnmente denominada "hormona del estrés". El cortisol está diseñado para ayudarnos a sobrellevar el estrés a corto plazo, pero su presencia prolongada puede tener efectos adversos. Uno de esos efectos es el deterioro del estado de nuestra piel. La producción excesiva de cortisol puede provocar un aumento de la producción de sebo en la piel, lo que causa acné, inflamación y otros problemas cutáneos. Tratar los poros obstruidos se convierte en una lucha diaria en los momentos de mayor estrés. Además, un exceso de cortisol puede ralentizar el proceso de cicatrización, reducir la capacidad de la piel para mantenerse hidratada y acelerar el envejecimiento. Los niveles elevados de cortisol dañan las sustancias y proteínas beneficiosas del organismo, dificultando en particular la producción de colágeno y elastina, esenciales para una piel firme y elástica. En consecuencia, esto puede provocar la aparición de líneas finas y arrugas antes de lo habitual. El efecto varía en función de la susceptibilidad de su tipo de piel. Mientras que el estrés a corto plazo puede estimular positivamente determinados procesos corporales, por desgracia, el estrés crónico a largo plazo no aporta efectos positivos, sino más bien lo contrario. De ahí que sea esencial aprender a afrontar el estrés.
En el frenético mundo actual, encontrar tiempo para la relajación y el cuidado personal es especialmente importante. El cuidado de la piel no es solo belleza exterior, sino también paz y armonía interior. Los rituales de cuidado de la piel, tales como la limpieza, la hidratación y la nutrición, son beneficiosos para ella y nos ayudan a ralentizar el ritmo y centrarnos en el momento presente. Hoy en día todo el mundo tiene prisa, y una era orientada al rendimiento y los resultados no contribuye a la tranquilidad y la armonía. Cada persona afronta el estrés de forma diferente, pero todos deberíamos recetarnos regularmente algo de reposo.
Para reducir el estrés, pueden ser útiles la relajación y las actividades deportivas, sobre todo para quienes prefieren el descanso activo. Considere la posibilidad de recibir un masaje o cree armonía en casa. Encienda una vela, siéntese en silencio en un lugar tranquilo y medite un rato. Internet ofrece muchos ejercicios de relajación guiados que pueden ayudar a calmar el cuerpo y la mente. Incorporar paseos al aire libre también es beneficioso; el mero hecho de respirar aire fresco y oxigenar el cerebro ayuda a reducir los niveles de cortisol. Cualquier actividad física, ya sea correr, boxear, practicar deportes de pelota o nadar, puede mejorar la conexión entre mente y cuerpo. Para los deportes al aire libre, recuerde hidratar correctamente su piel, protegerla del viento en invierno y utilizar cremas con FPS en verano para protegerse del sol. Si prefiere nadar en piscinas, tenga en cuenta que el agua clorada puede resecar la piel y tampoco subestime aquí la hidratación.
Recuerde que cuidarnos no es un lujo, sino una necesidad, aunque no lo parezca. Si algo le pone nervioso en este momento, pregúntese si seguirá siendo importante dentro de 5 o 10 años. Si no, no merece la pena el estrés. Céntrese solo en las cosas en las que podemos influir y deje que el resto fluya. Si no podemos cambiar una situación, o bien la aceptamos o buscamos la manera de dejarla a tiempo. Una buena planificación y tomar notas también pueden ayudar a limitar el estrés; al fin y al cabo, no podemos tenerlo todo en la cabeza. Descubrirá que tener las reuniones y actividades importantes anotadas en un solo lugar puede suponer un alivio.
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